BIENVENIDOS AL BLOG DE EDUCACIÓN DE ADULTOS DE QUINQUEHUA

Bienvenidos al blog de Educación de Adultos Quinquehua
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Te saludan los alumnos y alumnas de la Jornada de Educación de Adultos
de la Escuela G-240 "Antonio Machado"
de la Villa Quinquehua
(Sector Cato, Camino a Nahueltoro, km. 25 - Chillán)
Coordinador Jornada Sr. Harold Escalona
Fono escuela 042-1971227
Director Sr. Víctor Hugo Concha
Chillán - VIII Región
CHILE

sábado, abril 07, 2007

Impacto por muerte de menor en Quinquehua

Todo Quinquehua llora a menor atropellada por camioneta.

Sábado 7 de abril de 2007.
Gritos de mujeres se funden con el llanto desconsolado de niños y adultos.
El dolor proviene del pasaje Las Acacias y estremece a toda la pequeña localidad de Quinquehua, ubicada 25 kilómetros al oriente de Chillán.
Nadie era indiferente a la pena sin consuelo por el trágico deceso de Mariel Esperanza Soto Acuña, cuya vida se apagó el jueves, recién a los 8 años.
La niña se había bajado de un bus en el que regresaba de Chillán junto a su madre y abuela. Cruzó la ruta por la parte posterior del vehículo de pasajeros, para dirigirse a su casa, momento en que fue alcanzada por una camioneta conducida por Francisco Cubillos Araya, de 22 años, según consignó Carabineros. Los restos de la pequeña llegaron ayer a su casa, asignada con la número 90 del mencionado pasaje, donde la esperaban amigos y familiares.
El dolor no se hizo esperar y los vecinos no podían creer lo sucedido. “Era una niña alegre, vivía con sus abuelos con quienes prácticamente se crió, la consentían en todo”, indicó Ricardo Figueroa, tío de la niña, la menor y única mujer entre tres hermanos, los otros dos de 11 y 10 años.
Mientras vecinos esperaban consternados en las afueras de la vivienda, en el interior los abrazos se dirigían hacia la madre y abuela, Irma Acuña, quien con el rostro desencajado intentaba encontrar una explicación a la tragedia. “No vi el accidente, quedé arriba del bus para pagar y cuando salí me encontré con la tragedia”, explicó con entereza la mujer, quien alertó sobre la falta de señalización en la Ruta N-45 que atraviesa a la localidad. “Acá se muere alguien y es como si se muriera un perro, no hay apoyo de nadie, a nadie le interesa”, expresó la mujer casi como un ruego, que pronto se desvaneció para dar paso al llanto.
La denuncia fue compartida por la mayoría de los vecinos, para quienes el exceso de velocidad en la ruta es una constante, especialmente por parte de los camiones. “Nadie respeta la escasa señalización existente, no hay tampoco lomo de toros y los carabineros aparecieron recién con el atropello”, explicó un vecino.
(MAYOR INFORMACION EN EDICION IMPRESA).

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